El proyecto de Médicus Mundi Asturias «Senekela Sisibere – El esfuerzo de las cultivadoras», ha sido galardonado con el VIII Premio Luis Noé Fernández de Lucha contra el hambre. El Jurado valoró su alto impacto social y económico en una pequeña comunidad de Malí, uno de los países donde la pobreza es más severa; la coherencia de las actividades planteadas; la posibilidad real de que contribuya a generar cambios en los valores culturales de la zona; y la posibilidad de réplica en comunidades análogas en el continente africano.
Malí es un país sin mar situado en el Occidente de África. Desde el golpe de estado de 2012, la profunda pobreza, agravada por la violencia yihadista, sacude a una población con un futuro preocupante (existe un 40% de paro juvenil), hundida por la corrupción y bajo unas condiciones miserables de educación y sanidad. En la zona rural, las creencias tradicionales, muy arraigadas, dificultan el desarrollo de los colectivos más vulnerables.
Médicus Mundi Asturias lleva años trabajando en Koulikoro, municipio situado a orillas del río Níger, a unos sesenta kilómetros de la capital, Bamako. Allí, cuando una mujer se queda viuda se casa con el hermano menor de su marido. Pero si su marido era el hermano menor, éste ha muerto o ya tiene tres mujeres, la viuda se queda totalmente desamparada. En algunos casos son sus hijos quienes la acogen, pero si esto tampoco es posible, tan solo le quedan sus propias fuerzas para salir adelante.
En 2010 un grupo de 15 viudas se dirigió a las Hermanas Franciscanas en Koulikoro para solicitar apoyo en su trabajo en un huerto cercano al río, su única forma de subsistencia. Dependían exclusivamente de sí mismas para sobrevivir, todas ellas de una edad muy avanzada (entre los 65 y 85 años), y con unos conocimientos de agricultura muy escasos.
Así fue como Médicus Mundi Asturias inició su proyecto «Senekela Sisibere – El esfuerzo de las cultivadoras», con el objetivo de que el huerto de las viudas fuera rentable y permitiera la supervivencia de las mujeres, alimentándose ellas de lo producido y generando también productos suficientes para la venta.
En los dos últimos años las mujeres han asistido a cursos de alfabetización, han mejorado su salud con la compra de nuevas semillas para el huerto, han formado una cooperativa y están siendo asesoradas por profesionales de la Economía y la Agricultura. Con la ayuda canalizada a través de Médicus Mundi Asturias, han logrado obtener una producción suficiente para el autoconsumo y también para la venta, lo que les ha aportado beneficios.
Sin darse apenas cuenta, este grupo de viudas se ha convertido en un ejemplo a seguir para otras mujeres de la región, demostrando que nunca es tarde para iniciar un proyecto de vida y, con esfuerzo y sacrificio, cambiar el destino que parecía estar escrito para ti.
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